Aceites y Aromas en el Cuerpo Humano - El Sistema Olfativo


El olfato

El sentido del olfato, junto al del tacto, es el primero en desarrollarse, todos los mamíferos recién nacidos son capaces de encontrar el seno materno olfateándolo. Durante mucho tiempo se han buscado respuestas para aclarar el funcionamiento del sentido olfatorio, pero, incluso hoy en día, esto es algo que todavía no ha sido aclarado por completo. Existen numerosas teorías sobre el modo en que los olores alcanzan la mucosa olfatoria para ser posteriormente decodificados por el cerebro. El órgano del olfato es una maravilla de la creación, mucho más sensible que los demás órganos de los sentidos. El hombre puede distinguir más de 10000 olores diferentes y almacenarlos en su memoria y además es capaz de percibir diluciones infinitesimales de aromas de hasta 0,000000000003 g por metro cúbico. No obstante, no todos los olores son percibidos por el hombre, ya que la nariz selecciona hasta cierto punto.
Otro hecho que demuestra lo maravilloso que es el sentido del olfato y la importancia que la propia naturaleza le ha dado en su desarrollo es que, normalmente, las células nerviosas dañadas no pueden ser sustituidas, pero esto no ocurre así con las células nerviosas del olfato que son las únicas reemplazadas en caso de daño. Los científicos han descubierto que las neuronas olfativas sólo sobreviven unos sesenta días. No obstante, cuando una de estas neuronas muere, se genera una nueva capa para mantener un nivel constante.

Feromonas
La importancia del olfato y influencia en el comportamiento de los organismos vivos queda demostrada en la  propia naturaleza. Los animales y las plantas producen  sus propias sustancias aromáticas, las feromonas, que cuando son olidas provocan reacciones en el comportamiento de los demás, señalan el periodo útil para la reproducción, delimitan el territorio, regulan la densidad, producen el rechazo de insectos etc. También las secreciones de la piel humana contiene feromonas. Estas feromonas son unas sustancias olorosas y volátiles con efecto similar a las hormonas y aunque todavía no se sabe mucho sobre las acciones que provocan, no se duda de que influyen sobre el comportamiento y las relaciones con los demás. Por ejemplo algunos estudios han demostrado que pueden llevar a grupos de mujeres que viven juntas a sincronizar sus ciclo menstruales. El olfato podría jugar un papel más importante del que se piensa con respecto a nuestras simpatías y antipatías.

Funcionamiento del olfato
Las partículas aromáticas de los aceites esenciales son inhaladas por la nariz y pasan a través de las mucosas nasales, allí se encuentran las células receptoras o neuronas sensoriales del sistema olfatorio. Ambas mucosas nasales constan de unos 10 millones de estas células receptoras. De cada célula receptora surgen pequeños filamentos llamados cilios vibrátiles que registran la información recibida de los aromas, estos cilios son los auténticos receptores del olor. Aquí hay que llamar la atención sobre el hecho de que el olfato es el único sentido cuyos receptores nerviosos se encuentran en contacto directo con el mundo externo. Podría decirse que una terminación del cerebro acaba directamente en la mucosa nasal, mientras que nada parecido ocurre con el ojo o el oído. Debido a esto el sentido del olfato es el más inmediato de nuestros sentidos.
Según algunas teorías modernas los cilios presentan unas vías de paso para determinadas moléculas aromáticas, solo cuando las moléculas se adaptan a estas vías de paso, según el principio de la llave y la cerradura, tiene lugar el estímulo. Este estímulo es transmitido directamente desde las células sensoriales hasta el cerebro. Allí en el cerebro anterior se encuentran con el lóbulo olfatorio, este conduce entonces los estímulos a la parte correspondiente del cerebro.
Una vez que los estímulos olorosos llegan al cerebro se envían en forma de mensajes electroquímicos hacia los grandes centros rectores del organismo: el hipotálamo, el tálamo,  y la zona del núcleo amigdalino. Estos impulsos ejercen una especie de acción hormonal y estimulan la liberación de sustancias neuroquímicas como la encefalina o endorfina con efectos analgésicos, la serotina de efectos sedantes y relajantes, o la noradrenalina de efectos estimulantes o euforizantes.

Olfato y memoria
El área del cerebro asociada con la olfatación reside  al igual que la memoria en el sistema límbico. Por eso, memoria y olfato están estrechamente ligados. A través de la experiencia se van registrando en la memoria determinados olores asociados a determinadas situaciones. De esta forma, en ocasiones ocurre, que un olor concreto evoca el recuerdo de personas o circunstancias remotas en el tiempo. También ocurre que el mismo olor percibido repetidamente puede desencadenar reacciones emotivas parecidas y activar la memoria de forma similar. Y no solo eso sino que además la percepción de algunos olores puede estimular la concentración y la capacidad de aprendizaje, como sucede con los aceites esenciales de romero, albahaca y mejorana.

Olfato y subconsciente
Al parecer el sentido del olfato posee una mayor relación con el hemisferio derecho del cerebro, donde reside la intuición, la creatividad, la sensibilidad, la capacidad de percepción y de relación en la esfera emotiva. Lo que tiene lugar en el órgano olfatorio escapa a nuestro consciente. Los estímulos del olfato llegan a nuestro inconsciente e influyen sobre el sistema vegetativo con todos sus estados de ánimo, sensaciones, percepciones y motivaciones. Así, no es extraño, que en determinadas circunstancias un  olor o perfume pueda provocar un cambio en el estado de ánimo.

Percepción de los olores
La percepción de los olores es más aguda en el primer momento de entrar en su campo de acción, pero decrece rapidísimamente en intensidad. Ninguno de los sentidos se fatiga tan rápidamente como el olfato. Esto tiene dos consecuencias:
  • desvanecimiento, cuando el olfato está expuesto a un mismo olor durante un tiempo seguido ese olor deja de percibirse, se desvanece.
  • cansancio, tiene lugar cuando quedamos expuestos a una sucesión continua de olores  dentro de un corto periodo de tiempo, nuestro olfato se cansa y rápidamente perdemos la capacidad de distinguir entre un olor y otro, al final nos parece que todos huelen de forma similar.


Influencia de los olores en el hombre
Partiendo de la base de que los olores influyen  en nuestro sistema vegetativo, podemos utilizar esa influencia en beneficio propio. Esto puede hacerse con una finalidad terapéutica para lo cual se necesita aplicar los conocimientos desarrollados por ciencias como la aromaterapia. Pero también podemos beneficiarnos de los aromas sin un objetivo especial para el estado de salud en general.





Imágenes:
http://inspirarteyser.wordpress.com/2013/10/09/aromaterapia-una-manera-sutil-de-equilibrar-los-hemisferios-cerebrales-y-estimular-la-creatividad/
http://aromaterapia-esencias.com/category/feromonas
http://lanaveva.wordpress.com/2009/07/12/la-comunicacion-de-los-seres-humanos-por-el-olfato/
http://depsicologia.com/la-ansiedad-aumenta-el-olfato/
http://www.saludparati.com/aromaterapia.htm





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