Aceites Vehiculares


Los aceites esenciales en muchos preparados cosméticos y sobre todo en los aceites de masaje necesitan ser diluidos en un aceite base o vehicular.

La mayor parte de los aceites vehiculares se utilizan simplemente para esto, para hacer de portadores, pero si elegimos bien estos aceites veremos que por sí mismos tienen gran cantidad de cualidades terapéuticas, que pueden complementar las de los aceites esenciales.

Conoce los Aceites Vehiculares:

Manteca de Karité - Bienestar y protección a la piel en climas de fríos extremos
Aceite de Sésamo - Bronceado natural e hidratación
Aceite de Calabaza - Elimina las asperezas de la piel, favorece la cicatrización de las quemaduras
Aceite de Avellana - Tono, firmeza y elasticidad
Aceite de Germen de Maíz - Limpia y depura la piel
Aceite de Girasol - Analgésico, antiinflamatorio y antiséptico
Aceite de Oliva - Suaviza, sana y lubrica
Aceite de Germen de Trigo - Hidratante, nutritivo y regenerante
Aceite de Uva - Adecuado para la piel grasa, cicatrices del acné, da tono y firmeza
Aceite de Jojoba - Control sebáceo en piel y cabello
Aceite de Almendra Dulce - Cuida y alisa la piel, fortalece las uñas
Aceite de Soja - Emoliente, disolvente, humectante
Aceite de Aguacate - Piel desvitalizada, contorno de ojos, arrugas, estrías, eccemas y psoriasis
Aceite de Albaricoque - Alivia y suaviza la piel reseca o inflamada
Aceite de Coco - Psoriasis, eccema, dermatitis. Previene arrugas, flacidez de la piel y manchas de la edad
Aceite de Macadamia - Piel luminosa y sana
Aceite de Argán - El Tesoro Antioxidante Bereber






















Sin duda los aceites vehiculares más adecuados son los llamados aceites vegetales. Se extraen de los frutos y semillas de diversas plantas oleaginosas. Para ello se utilizan procedimientos tales como la presión en frío, que permiten mantener intactas las propiedades y constituyentes del aceite oleaginoso presente en los frutos y semillas. La deorización y otro tipo de procesos para extraer estos aceites alterarían sus propiedades nutritivas y curativas.

Siempre que se pueda han de utilizarse los aceites vegetales frente a las grasas derivadas de los animales o los aceites minerales procedentes del petróleo como la vaselina ya que tienen poca afinidad con al piel y tienden a obstruir los poros.
Hay una serie propiedades generales que pueden atribuirse a los aceites vegetales:
  • Tienen una excelente afinidad con la piel, no irritan
  • Nutren la piel
  • Ejercen una acción vitamínica
  • Aseguran la solubilidad y transporte de los diversos nutrientes
  • Son emolientes e hidratantes, al ser aplicados sobre la piel la suavizan, lubrican y dan elasticidad
  • Y además tiene cierta facilidad de penetración en la piel que los convierte en excelentes vehículos para los aceites esenciales.

La diferencia de calidad entre los diversos aceites vegetales radica en la naturaleza de los ácidos grasos insaturados que los componen, ya que los ácidos grasos son indispensables para el equilibrio nutricional de la piel y en muchos casos el organismo por sí mismo no puede asegurar su síntesis. Los aceites vegetales más ricos en ácidos grasos no saturados son: germen de trigo, oliva, avellana, jojoba, karité, sésamo, aguacate, macadamia y germen de maíz.

Antes de adquirir este tipo de aceites en el mercado habrá que asegurarse de su buena calidad, conociendo su procedencia, asegurándose de que han sido obtenidos por métodos que no alteren sus características, que no contienen aditivos de ningún tipo, etc.

Otra cosa que ha de tenerse en cuenta cuando se utilicen estos aceites vegetales es que se oxidan rápidamente tras verse expuestos al aire, volviéndose inútiles, de modo que no es buena idea mezclarlos con aceites esenciales en grandes cantidades. Lo mejor es mezclar una cantidad adecuada que vaya a utilizarse en un tiempo razonable.





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